La Asamblea General de Naciones Unidas declaró al 2021 como el año de las frutas y verduras, apuntando a promover el aumento de su consumo, reducir el impacto medioambiental y fomentar estilos de vida más saludables.
«Las frutas y verduras son la piedra angular de una dieta sana y variada. Proporcionan al cuerpo humano abundantes nutrientes, refuerzan el sistema inmunológico y contribuyen a reducir el riesgo de contraer muchas enfermedades», expresó el secretario general de la ONU, António Guterres, durante el lanzamiento oficial del Año, realizado el 15 de diciembre del 2020.
A pesar de sus enormes beneficios, la mayoría de las personas no consume estos alimentos en cantidades suficientes, razón por la cual la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) se han propuesto sensibilizar sobre la importancia de frutas y verduras para la nutrición humana, la seguridad alimentaria y la salud.
Según la FAO, tres de cada cuatro muertes en América Latina y Caribe son causadas por enfermedades no transmisibles generadas por el sobrepeso y obesidad, tales como: enfermedades cardiovasculares, cáncer y diabetes.
Un momento clave del Año Internacional de las Frutas y Verduras será la cumbre sobre los Sistemas Alimentarios, en la que se pedirá a todos que intensifiquen sus esfuerzos para que estos sean más inclusivos, resilientes y sostenibles.
Qué son las frutas y las verduras
Se considera que las frutas y verduras son las partes comestibles de las plantas (por ejemplo, estructuras seminíferas, flores, yemas, hojas, tallos, brotes y raíces), tanto cultivadas como silvestres, en estado crudo o con un procesamiento mínimo.
En botánica –área de la ciencia que estudia a las plantas– un fruto es el órgano que se forma a partir de la flor y se encarga de proteger a la semilla mientras madura.
La verdura es cualquier otra parte de la planta que no sea el fruto, como la raíz, los tallos y las hojas que comemos.
No se consideran frutas y verduras:
- Raíces feculentas y tubérculos como la yuca, la patata, la batata y el ñame (aunque las hojas de estas plantas se consumen como verduras).
- Leguminosas de grano seco (legumbres), salvo que se recolecten sin estar maduras.
- Cereales, incluido el maíz, salvo que se recolecten sin estar maduros.
- Nueces, semillas y semillas oleaginosas, como el coco, la nuez de nogal y la semilla de girasol.
- Plantas medicinales y especias, a menos que se utilicen como verdura.
- Estimulantes, como el té, el cacao o el café.
- Productos procesados y ultraprocesados elaborados a partir de frutas y verduras, como bebidas alcohólicas (por ejemplo, vino o bebidas espirituosas), sustitutos de la carne a base de plantas o productos de fruta y verdura con ingredientes añadidos (por ejemplo, zumos de fruta envasados o kétchup).
Punto de vista holístico: beneficios nutricionales, sociales, económicos y ambientales
Los beneficios de consumir frutas y verduras como parte de una dieta nutritiva son enormes. Los productos frescos no sólo son beneficiosos para los consumidores, sino también para el sistema alimentario. El sector de frutas y verduras contribuye a incrementar la biodiversidad, generar sostenibilidad ambiental y mejorar los medios de vida de los agricultores y empleados que operan a lo largo de las cadenas de valor.

La escasa disponibilidad, debido a los problemas de producción (así como la intensidad de la mano de obra), transporte y comercio, y los altos precios de los productos de calidad hacen que las frutas y verduras sean inaccesibles para muchas personas, especialmente en los países en desarrollo. Algunas zonas del mundo se enfrentan a una disponibilidad y acceso limitados a estos alimentos.
Las frutas y verduras son productos altamente perecederos, y esto puede originar altos niveles de pérdida y desperdicio de alimentos en cada paso de la cadena de valor, comenzando en las explotaciones agrícolas. Dado que muchas frutas y verduras se consumen crudas o sin cocer, también pueden plantear un riesgo de enfermedades de transmisión alimentaria relacionadas con la contaminación de patógenos y riesgos para la inocuidad alimentaria debido a la contaminación química.
Por lo tanto, es crucial considerar el sector de las frutas y verduras de manera holística, como parte integral del sistema alimentario, más allá de los beneficios nutricionales, y examinar también sus beneficios sociales, económicos y ambientales. Diferentes actores pueden contribuir a que las frutas y verduras sean más accesibles, asequibles y disponibles. La inversión en la cadena de frío, la investigación y desarrollo y la innovación digital pueden ayudar a mejorar sustancialmente el sector.
Más información:
La Noticia Online: 2021 será el año de las frutas y verduras y especialistas llaman a incrementar consumo
ONU Noticias: El 2021 es el Año Internacional de las Frutas y las Verduras: menos desperdicio y más salud
Escuche la entrevista con Aris Latham, de Sunfire Foods sobre alimentos vivos y cocina crudivegana gourmet